Alejandro Fernández denuncia que el Govern “agita las más bajas pasiones contra el resto de los españoles mientras aquí suben peajes, tasas e impuestos”

  • Alejandro Fernández: “La Generalitat ha subido los peajes un 5,4% convirtiendo la C-32 en la autopista más cara de Europa”
  • Piden racionalidad los mismos que impulsaron la infame campaña ‘Catalunya sense peatges. No vull pagar’, en la que incluso se hicieron fotos saltándose las barreras “como vulgares cuatreros, hasta Curro Jiménez y El Algarrobo tenían más clase en sus asaltos que ustedes”

 

Intervención del presidente del PPC, Alejandro Fernández, en la pregunta al presidente de la Generalitat:

 

A principios del año 2018, el por aquel entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunciaba la no renovación de la concesión de las autopistas de titularidad estatal, es decir, que la Ap-2 y la AP-7 pasaban a ser gratuitas en Cataluña. Sorprendentemente el actual gobierno de España ha mantenido esa decisión, debe ser lo único bueno que han hecho en toda la legislatura.

 

Y mientras tanto, ¿qué ha hecho la Generalitat con los peajes de sus autopistas? Pues los ha subido un 5,4% convirtiendo la C-32 en la más cara de Europa. Y ahora nos hablan de abordar el debate con racionalidad, analizar la movilidad, la sostenibilidad, la famosa viñeta y hasta podría darles la razón. Se trata de un asunto complejo que hay que abordar racionalmente, pero es que piden racionalidad los mismos, ustedes, que impulsaron la infame campaña ‘Catalunya sense peatges. No vull pagar’, en la que incluso se hicieron fotos saltándose las barreras como vulgares cuatreros que hasta Curro Jiménez y El Algarrobo tenían más clase en sus asaltos que ustedes.

 

Y ese es el resumen de su proceso. Populismo de la más baja estofa, agitar las más bajas pasiones contra el resto de los españoles mientras aquí suben peajes, tasas e impuestos con los que siguen viviendo como reyes, que es para lo que montaron lo del proceso, no para lograr una independencia de Cataluña, que bien saben que es imposible, sino para vivir como marajás a costa de esa utópica idea.