La decadencia del proceso separatista ha acabado provocando escenarios absolutamente inimaginables, en vez de ejercer el autogobierno aquí para bajar los impuestos aquí se va a rogar a Sánchez que los suba en Madrid.

Es imposible imaginar un escenario más humillante para cualquier catalán independientemente de su ideología. Trasladan ustedes una resignada rendición.  Ya no aspiran a que Cataluña lidere nada simplemente se conforman con fastidiar a Madrid.

Yo como catalán no me resigno. Sigo pensando que bien gobernada nuestra tierra puede liberar la innovación, la economía y la libertad en toda España, porque ya fuimos capaces de hacerlo en el pasado. Pero aspiro a que lideremos España con nuestros propios méritos. ¿Acaso no se dan cuenta de la imagen que están trasladando de una Cataluña envidiosa, cizañera, acomplejada y ‘rundinaire’?.

Hace escasos días televisión española reponía la maravillosa ‘escopeta nacional’ del gran Berlanga, en ella un incomparable Sazatornil componía una visión, sin duda, caricaturesca y paródica, del emprendedor catalán, pues bien, incluso así el personaje de Sazatornil tenía mucha más dignidad que ustedes porque iba a Madrid a vender sus porteros automáticos y no iba allí a hacer daño a los demás. Hoy hasta Berlanga tendría problemas para definir el esperpento en el que están convirtiendo Cataluña.

Precisamente por ello, frente a sus complejos, cizañas y envidias nosotros representamos la Cataluña abierta, optimista, emprendedora y alegre, sí alegre, porque eso, por mucho que insistan, no nos lo van a quitar nunca.